Confirmaciones

Confirmaciones




1942

1954

1952 - San Antonio

Confirmación en Gualeguaychú, 1957.



Certificado de confirmación de Karl Martin Albert 21.09.1930, Colonia La Esperanza
Última foto de Jakob Riffel. Confirmación en Galarza, 2 de marzo de 1958
Confirmación en Basavilbaso, 1946 
María Katharina Schimpf - La Esperanza, 21 de octubre de 1934
RECUERDOS DE MI CONFIRMACIÓN ALLÁ POR EL AÑO 1954
Raquel Kindsvater
Hice el mes de curso para la Confirmación en la antigua iglesia de de Aldea San Antonio, Departamento Gualeguaychú, Entre Ríos, Argentina.
De estos recuerdos y aprendizajes, deseo hacer mi pequeño aporte a éste gran trabajador y educador que dejó sus huellas en nuestra comunidad.
Tengo muy buenos recuerdos del PASTOR JAKOB RIFFEL. Era un hombre recto, bondadoso, puntual y de un humor muy especial. Le gustaba la gente frontal, sincera. Prefería siempre la verdad y de frente.
Un día llegó tarde a la clase un confirmando, él le preguntó qué le había retrasado. Pedro Rein, así se llamaba mi compañero, le contestó: “¡Me he quedado dormido!” ¡Cómo se rió! Porque Pedro le había dicho la verdad, sin excusa.
Era un Maestro en todo sentido de la palabra. De Él aprendí que no se le debe llamar a nada ni a nadie ¡Qué divino!, porque DIVINO solo es DIOS.
De él aprendí cuán importante es el silencio para la oración y la meditación. Un día estábamos estudiando el Catecismo; había mucho viento y uno de los postigos de la vieja iglesia allá en el año 1954 hacía gig… gig, y éso no lo soportaba. Envió a dos de los confirmandos para que aten y ajusten ese postigo, pues realmente molestaba y no permitía la concentración.
 No le gustaba el maquillaje . “Ustedes no necesitan pintarse para estar más lindas, eso es una vulgaridad inútil que las afea”, nos decía, y en sus ojos celestes se encendía una chispa de picardía, porque, como visionario que era, era fácil suponer que todas nosotras algún día tomaríamos nota de ésa moda.
Raquel Kindsvater, sentada a la mano derecha del Pastor
Admiré siempre su rectitud, era muy laborioso y estudioso, y lo tenemos demostrado con su obra que nos legó, su libro tan interesante, que tradujo su hija, Luisa Riffel, de la cual también fui discípula en canto y representaciones de temas Bíblicos, que teatralizábamos en un galpón, porque aún no teníamos iglesia en Gualeguaychú, pero era todo tan hermoso en ésa sencillez.
Éste es mi humilde homenaje a mi admirado y bien recordado PASTOR JAKOB RIFFEL.
Raquel Elena Kindsvater.
Oriunda de Rincón de Cinto, Dpto. Gualeguaychú, Entre Ríos.
Vivo en Buenos Aires y pertenezco a la Iglesia en la que fui bautizada y confirmada, la IERP